El viento arroja cenizas y astillas en llamas hacia un joven que miraba un incendio desde la cima de un carro de bomberos en el parque metropolitano de Quito. Durante una sequía de dos meses, aproximadamente 2565 incendios forestales, (muchos presuntamente provocados) quemaron 3796 hectareas de bosques, algunas casas y muchos animales silvestres en las laderas boscosas que rodean Quito, la capital del Ecaudor. Ningún humano murió, pero tomaran décadas antes de que las áreas afectadas se recuperen.